Cada año en los Estados Unidos, durante el mes de Febrero, se celebra el Black History Month o Mes de la Historia Negra. Esta iniciativa, surgió para visibilizar la historia de los afroamericanos y sus aportaciones a los Estados Unidos. Un recordatorio de las luchas y triunfos de los afroamericanos a lo largo de la historia de los Estados Unidos.

En Your Fertility Space, queremos destacar la fortaleza de las mujeres afroamericanas que tienen que enfrentarse a multitud de desafíos durante la maternidad y en particular durante la búsqueda de embarazo.

A lo largo de los años, las mujeres afroamericanas han enfrentado desafíos significativos para acceder y recibir atención médica de calidad relacionada con la maternidad y la fertilidad.

Las estadísticas actuales revelan disparidades alarmantes en las tasas de fertilidad, complicaciones del embarazo, nacimientos prematuros y mortalidad materna entre las mujeres afroamericanas en comparación con las mujeres blancas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., «en 2021, la tasa de mortalidad materna para las mujeres negras no hispanas fue de 69,9 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, 2,6 veces la tasa para las mujeres blancas no hispanas». Cifras independientes de los niveles de ingresos y educación de las mujeres negras.

Estos desafíos no son simplemente el resultado de la genética, sino que tienen sus raíces en factores socioeconómicos, de salud y en la discriminación racial e inequidad. El acceso limitado a la atención médica de calidad, la falta de seguro de salud y la segregación residencial son solo algunos de los factores que contribuyen a estas disparidades.

Hoy hablamos con Cicely Stamper, quien además de ser enfermera, es una mujer afroamericana, para conocer más acerca de las disparidades en la atención médica y la discriminación racial en el tratamiento médico en relación con la maternidad y la fertilidad.

Desigualdades en el sistema de atención médica en relación con la maternidad y la fertilidad para mujeres afroamericanas en comparación con mujeres blancas en los Estados Unidos.

Según Stamper, muchas de las causas radican a nivel político/legal, pero en los Estados Unidos a menudo se pasa por alto la omnipresencia del racismo. Como país arraigado en el racismo, muchos médicos y profesionales de la salud traen sus propios prejuicios raciales y se refleja en la atención que brindan a los pacientes.

No es suficiente simplemente con cuidar a los pacientes, todos debemos aprender a proporcionar un tratamiento culturalmente sensible y consciente para las poblaciones de pacientes con las que trabajamos. Parte de hacer eso es revisar nuestros propios prejuicios y concepciones preconcebidas sobre diferentes grupos de personas.

Cicely sabe de lo que habla pues además ha vivido su propio proceso de fertilidad.

Cuando Stamper comenzó su andadura a través de la infertilidad secundaria, sintió que tenía que hacer mucha investigación y defender sus propios intereses de una manera que no habría sabido cómo hacer si no hubiera trabajado en el campo de la fertilidad y la salud reproductiva. Recuerda haber tenido que ser firme en su solicitud de una histeroscopia, (prueba que verifica la permeabilidad de las trompas de Falopio), cuando fue referida a un especialista en fertilidad. En ese momento, el pensamiento del especialista era que, debido a que había tenido un hijo anteriormente, no debería tener problemas con sus trompas de Falopio.

Aunque creían que solo era un problema de fertilidad relacionado con el factor masculino, los resultados de la prueba demostraron que una de sus trompas de Falopio estaba bloqueada.

Stamper personalmente no cree que el médico estuviera tratando de negarle una atención adecuada, pero en última instancia, fue dicha prueba la que reveló información pertinente y fue el desencadenante para que ella y su pareja pasaran a la FIV. Esa fue una decisión que, de haberse retrasado más, habría hecho que el tratamiento correcto se retrasase con las implicaciones que ello conlleva.

Cambios en la sociedad

Respecto a los cambios en la sociedad, Stamper percibe cambios tanto positivos como negativos. Ella encuentra prometedor que varios profesionales médicos y coaliciones en el gobierno de los Estados Unidos se hayan formado para combatir este problema de salud pública.

Sin embargo, destaca que la revocación de Roe v. Wade, sobre el derecho al aborto, sigue siendo un problema para el acceso equitativo a la anticoncepción y la atención del aborto para todas las mujeres, especialmente las mujeres negras y otras personas marginadas que dan a luz.

Muy a menudo, en los Estados Unidos, se avanza en la dirección correcta, solo para dar dos pasos hacia atrás.

Cuando le preguntamos sobre los cambios necesarios para abordar las disparidades raciales en la maternidad y la fertilidad en los Estados Unidos, Stamper cree que es crucial abordar los prejuicios y las ideas preconcebidas en la escuela de medicina, la escuela de enfermería y otros programas médicos profesionales.

Todos crecemos con diferentes perspectivas e ideas preconcebidas sobre varios grupos de personas, y la educación médica presenta un momento oportuno para cuestionar y desmantelar esas creencias.

Cicely sugiere que un cambio simple pero impactante que puede comenzar de inmediato es que los proveedores de atención médica escuchen activamente a sus pacientes de color. Al escuchar sus síntomas, dificultades y barreras para acceder a la atención, los especialistas pueden comprender mejor las necesidades y preocupaciones de sus pacientes.

Las mujeres afroamericanas quieren sentirse escuchadas, comprendidas y que se tomen en serio sus preocupaciones.

Reconozcamos la importancia de abordar estas desigualdades y esforcémonos por un futuro en el que todas las mujeres, independientemente de su raza, tengan igual acceso a una atención médica de calidad y apoyo a lo largo de su viaje de maternidad y fertilidad.